Madeline, natural de Nueva Jersey, comenzó su idilio con la música en el coro de su iglesia, conservando siempre la influencia del góspel. Desde joven comenzó a girar y un musical – Black Nativity – la trajo a Europa, donde decidió quedarse.

En el Londres de finales de los sesenta comenzó colaborando con la popular cantante Dusty Springfield, y en poco tiempo logró grabar en solitario y ser apreciada por muchas de las grandes estrellas del pop y el rock británico de época.

Fue cantante en la mítica banda Blue Mink donde militaban el guitarrista Alan Parker, el bajista Herbie Flowers y el percusionista Ray Cooper -, y la lista de co- laboraciones como vocalista de apoyo en discos de artistas es muy extensa, desde los mismísimos Stones, pasando por Joe Cocker, John Lennon, Stevie Wonder, Donna Summer o Elton John, con quien colaboró en bastantes de sus mejores discos de los setenta.

Todos ellos contaron con su aterciopelada voz en algunas de sus grabaciones. Actualmente trabaja con algunas de las mejores big band europeas y recala habitualmente por el mítico Ronnie Scott Jazz Club de Londres.